La dieta mediterránea hace referencia al tipo de alimentación que llevan los habitantes de países, como: Grecia, Marruecos, Chipre, España, Portugal, Italia, Francia y Croacia, es decir, países mediterráneos.
Se caracteriza por ser un modelo de alimentación equilibrado, variado y que incluye todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo
Alimentos de la dieta mediterránea
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Aceite de oliva
Su ácido oleico y sus vitaminas lo convierten en un esencial de la dieta mediterránea.
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Cereales integrales
El arroz y las harinas integrales son la base energética de la dieta mediterránea, ya que contienen suficiente fibra vegetal para moderar el índice glucémico que supone la entrada masiva de azúcares. No obstante, deben ser consumidos con moderación.
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Legumbres
Las legumbres presentan una perfecta combinación de grasas vegetales, hidratos, proteínas y fibra.
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Frutos secos
Destacan por aporte en ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6, además de ser una excelente fuente de potasio, así como de calcio, hierro o magnesio.
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Hortalizas
Son la base que acompaña a los cereales gracias a su gran cantidad de vitaminas y antioxidantes (folatos, polifenoles, carotenoides, etc.), así como su aporte en hidratos y grasas vegetales.
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Fruta
La fruta fresca, a poder ser con piel, es otra fuente de vitaminas (sobre todo C), energía y fibra vegetal.
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Pescado y marisco
Son las fuentes de proteínas animales más recomendables, con un aporte muy moderado de grasa saturadas pero rico en ácidos grasos omega 3, además de numerosas vitaminas (A, E, D).
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Carnes de ave
Otra fuente de proteína animal recomendable, sobre todo por su bajo aporte de grasas saturadas y sus aminoácidos de alta calidad.
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Huevos
Suponen un interesante aporte vitamínico, lipídico y proteínico.
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Queso fresco y yogur
Aunque se deben consumir con moderación debido a su contenido en grasas saturadas, es un producto fermentado y rico en calcio y proteínas, además de diversas vitaminas como la B12.
Beneficios
La dieta mediterránea tiene múltiples beneficios, no obstante, estos beneficios para la salud que supone esta dieta son más significativos si se combina con el ejercicio físico.
- Menor riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
- Menor riesgo de tener diabetes.
- Previene la hipertensión.
- Mejoría de la función cognitiva.
- Menor riesgo de padecer cáncer.
- Reducción de conservantes y productos químicos.
- Mayor consumo de antioxidantes.
- Menor probabilidad de padecer de Parkinson.
Contraindicaciones de la dieta mediterránea
A pesar de sus ventajas, seguir la dieta mediterránea de forma estricta puede hacer que los niveles de hierro y de calcio sean reducidos por consumir menos productos cárnicos y lácteos. Por ello, se puede consultar al médico si hay que tomar algún suplemento o producto concreto rico en estos minerales.